Qué bien me ha hecho encontarte
luego de vagar en tanto desierto
y sentir Tu abrazo manantial
y sentir el fresco de Tu aliento
Has elegido cada grano de arena
para que yo pise en mi camino
sé que has soltado una lágrima
cada vez que torpe, me desvío
Ya que si en el universo hay una ley
es el derecho a estar errado
y la dulce libertad de poder
retornar sobre nuestros pasos
Mas me siento desorientado
más allá de mí es incierto
y dentro es oscuro, enredado
solo conmigo, mal acompañado
Una nube negra es mi suelo
reloj de arenas movedizas
el tiempo me hunde en letargo
dormido, acechan pesadillas
Y cuando todo cae alrededor
y cuando dentro me masacro
sólo Tu luz puede guiarme
entre tantos rumbos inciertos
Tu voz llega de tan lejos
dentro mío, de los cielos
de las masas que se mueven
desde los vientres crecientes
Cómo he de comprenderte
si nos condenas al salvarnos
el sufrimiento es un deleite
¿A qué se deben mis manos?
Me has llamado como un padre
y preparado como batalla al soldado
¿Cómo no dar por tu obra mi sangre
si la recompensa supera al cielo?
Y es que la entrega es el gran misterio
es el verso que ocultaste en Tu poesía
aquella que rige del hombre el destino
y cómo el Bien y el Mal guían su travesía
Quien nunca ha amado hasta que duele
nunca te ha amado o conocido
tanto es el amor que nos tienes
que me hace amar al de al lado
Así es que hoy he salido a Tu encuentro
parecido a buscar a un perdido hermano
que no es de sangre, sino que es de alma
del querido, del por nacer y del odiado
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