Dueña incuestionable de los ojos
que sobre ti se hayan posado
sin notar que siempre a tu paso
suspiros en pechos has plantado
Mito del cosmos, del Sol y la Luna
de viajeros, mercantes cansados
Brilla en ellos locura y nostalgia
se jactan de haberte cruzado
Galaxia atrapada en carne y hueso
cuántas estrellas has de albergar
para que a tu susurrante paso
tanta gloria puedas irradiar
Humilde por tu paso florecen
en páramos desiertos, desolados
las más increíbles flores
que el Creador nos haya regalado
Tú, pariente lejana de Helena
aquella, que ha tantos ha enfrentado
Hija de la Diosa Afrodita
hija del amor recién sembrado
Fruto del Árbol de la vida
diamante puro jamás tocado
punto de la montaña más alta
perfección libre de todo pecado
Crean un ritmo tan sólo tuyo
los corazones de los muchachos
que embriagados por tu ser
del pecho quieren huir exaltados
Elevado el precio por verte
al momento en que no estás
es volver a la fría muerte
luego del más bello despertar
Protagonista de las odas
más bellas jamás creadas
mas ríos y ríos de tinta
al ensalzarte no bastan
¡Oh, belleza sobrenatural!
la vida renace a tu llegada
Sabes, con tu sola presencia
dejas la humanidad embelesada
Caigo de rodillas frente a ti
mente y cuerpo no son nada
cuando tus pasos sentí
cuando debí desviar la mirada
Astro tallado por las ninfas
Envuelta en finos rayos de sol
Voluptuoso regalo tu sonrisa
Emblema de la valentía y el amor
Kriptonita del poeta enamorado
Luz que a Las Tinieblas acabó
Altar a la poesía y el canto
Ser único, milagro del Señor
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