Tengo
un puñal en el corazón
veneno en mis labios
y un ataúd en mi interior
Tengo un horno en mi cabeza
los nervios tan destrozados
los ojos rojos del insomnio
una lágrima cayendo al costado
Un fantasma en los recuerdos
un sentimiento de odio y asco
un dolor que jamás termina
sangre sucia que llena un frasco
Tengo las heridas abiertas
El control ante un arrebato
una agonía que destruye
Aún me queda para rato
Tengo un deseo de regalarme
otro intento ante el fracaso
un nudo en la garganta
noche a noche desato y ato
Tengo una promesa guardada
una especie de contrato
sus términos tan imposibles
perdona, te he estado fallando
Tengo entre mis manos
el espejo interior
tengo reflejo, tan ingrato
Corazón no pareces tambor
Tengo, para terminar,
miedo del pasado
del presente y del futuro
del adiós al Ser amado
Y sin embargo aquí sigo
sin tener todo controlado
lo que más importa tener
son ganas de seguir peleando
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